Mateo 9, 1-8 “¿Por qué piensan mal en sus corazones?
En el transcurso de nuestra vida estamos inclinados a pensar mal sobre lo que estamos haciendo: si lo hacemos bien o no; sobre las personas: si se quieren aprovechar de mi o que hay; sobre nosotros mismos: si los demás me aprueban o me rechazan; sobre las cosas: si se van a romper o no y así podemos enumerar muchas mas. ¿Te puedes identificar con alguno de estos pensamientos? Es como si una fuerza nos llevara a pensar mal en nuestro corazón.
¿Te has fijado también que es más fácil aceptar una mentira que la verdad? Por ejemplo, cuando sabes que hiciste algo y no salió muy bien y los demás, con tal de no lastimarte, te dicen que te salió super bien, cuando sabes que es mentira; o tal vez tu has hecho algo similar tu para no lastimar a otros. Estamos más acostumbrados a escuchar que nos mientan porque nos duele herir la sensibilidad de las personas a las que amamos. Sin embargo hay una conducta similar entre todas las personas: no queremos que nos hagan daño.
Pensar bien es creer en la verdad, es caminar con la certeza de que vamos a toparnos con personas de buen corazón, que podemos hablar con la verdad y vivir siempre esperando que tanto tu corazón como el mío, los vamos a proteger sin poner en duda, que los sentimientos que expresamos llevan buenos propósitos. Vamos a tratar de pensar bien y confiar, solo así mejoraremos nuestras relaciones con los demás, enseñándole al corazón a pensar bien de todo lo que nos rodea, pidiéndole a Dios que nos de esperanza y verdad junto con el deseo de querer creer.
Propósito de hoy: Que mis acciones tengan siempre una intención positiva y buena.