22 DE JUNIO: EL AMOR ES PERDÓN.

Mateo 6, 7-15 “Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial”.

Perdonar y volver a perdonar. La idea de pedir perdón, es pedir perdón una vez porque no va a haber una segunda vez. ¿Verdad? Esa es la idea. Si cometo una falta ante ti y te pido perdón con el corazón, lo hago porque cuando tú me perdones no lo volveré a hacer de nuevo.

Dios nos dice que debemos perdonar siempre, hasta 7 veces 70. Se llama amor.

El amor es bondadoso y tolerante, el amor es prudente y tiene paciencia, el amor no es arrogante ni ostentoso, no lleva las cuentas del mal ni busca lo suyo propio. El amor no goza de las injusticias sino que se alegra con la verdad. El amor es lo que nos permite seguir hacia adelante, nos hace ayudar a los demás en su sufrimiento, en su dolor; es por amor que siempre estamos preparados para pedir perdón y también para perdonar.

El amor, ante todo: es perdón.

Cuando perdonamos a quien nos ofende, aparte de que el Padre nos va a perdonar, nos llenamos de alegría, y gozo porque ese peso que veníamos cargando se quedó en la ación del perdón. A veces tenemos que recordar cómo murió Jesucristo y de qué manera, ante la cruz le dijo al padre “perdónalos que no saben lo que hacen”, ahí está listo para morir y pide piedad y misericordia para quienes lo condenaron. Qué mayor ejemplo de amor nos deja ¿Hay acaso una mejor manera de analizar el perdón?

Yo te digo, cuando perdonas, te estás haciendo un bien a ti. Estás dejando que tu alma se libere de una angustia que no necesita estar cargando, “reconcíliate con tu hermano”, nos dice Jesús, “antes de venir a darme una ofrenda”. La mejor ofrenda que le puedes dar a Dios es esa de pedir perdón, de perdonar, de que el Sacramento de la Reconciliación sea parte de tu vida diaria y recuerdes que es amor lo que hace que nuestro camino sea menos pesado de recorrer.

Propósito de hoy: Hoy me acerco a esa persona que lastimé y le pido perdón.