Mateo 5, 38.42 “Al que te pide dale.”
Y ¿En qué consiste esto de “al que te pide dale”? También nos dice el Evangelio de Mateo, que Jesucristo vino con su amor a enseñarnos que eso del: “ojo por ojo y diente por diente” debe dejar de practicarse. Si, antes se creía que lo justo era hacerle lo mismo a quién te hizo un mal, y Jesus con su mandamiento nuevo, nos viene a dar ejemplo de que la venganza solo va a generar mas maldad entre los pueblos.
Desafortunadamente muchas personas hoy día, dos mil años después sigue pensando así. Y, no se puede vivir sintiendo rencor hacia los demás ni mucho menos esperando el momento para desquitarse del otro. En primer lugar porque solo nos aleja de la paz y en segundo lugar porque entonces estamos albergando un cáncer en nuestro cuerpo que cuando llegue el momento va a terminar matándonos. Y tal vez no matando el cuerpo, pero si el espíritu; ese deseo de vivir en armonía, o con alegría, de construir caminos de unión y amistad entre todos, matando la esperanza y la congruencia con que se toman decisiones que favorecen a la familia, por ejemplo. Nos obstruimos nosotros mismos ante poder avanzar en la vida, siendo gente productiva y ayudando a los demás a salir adelante
Al que nos pide ayuda, hay que ayudarlo; al que está solo, acompañarlo; al que tiene hambre compartirle lo que tenemos. Cuando se vive en un vacío de amor, se llena con maldad, con ocio, con acciones que en lugar de liberarte te atan y cuando vives atado, jamás vas a ver las cosas de Dios como un camino digno para seguir hacia adelante, como tampoco vas a poder ofrecer lo bueno que hay en ti.
Por eso, es mejor recapacitar hoy en la manera en que lidiamos con los que nos causan un mal, poner la otra mejilla no significa que carezcas de dignidad, no, claro que no, significa que actúas con humildad y misericordia y que puedes ser un ejemplo para quienes te rodean como tus hijos, o alumnos, o simplemente tus amigos, de que confías en las maneras de Dios; que tienes fe en que Él sabrá como recompensar tu sencillez de corazón ante las cosas que tal vez no mereces pero que recibes de los demás.
Propósito de hoy: Voy a responder claramente y sin ser agresivo cuando alguien hace algo contra mi.