17 DE JUNIO: ME GUSTA AGRADARTE.

Lucas 5, 41-51 “¿No sabían que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?”

¿Se imaginan a un niño perdido por tres días? Y que al ser encontrado por sus padres, él les diga que ¿estaba haciendo las cosas de su padre? A ver, ¿Cómo es eso?

Bueno, imaginemos que cuando estamos muy concentrados haciendo algo importante y que sabemos que vamos a agradar a Dios, nos buscan nuestros padres, o hijos por todos lados y cuando nos encuentran temerosos de miedo tres días después, con toda confianza, respondemos que estábamos haciendo las cosas de Dios. Si, parece algo extraño, pero es el mismo Padre.

Pero que bien se siente llevar una vida haciendo las “cosas de Dios”, que son cosas muy sencillas, aunque a la vez muy difíciles de seguir. Veamos, podemos empezar por tener, por enseñar y por aprender una buena base moral y de valores: no mentir, no engañar, no traicionar; ser honesto, honrado, respetuoso; viviendo en la verdad sin hacer juicios que no nos corresponden, ni pasar sobre alguien para conseguir lo que queremos; y tratando de no caer en vicios como en las drogas, en adulterio, en venganza, en odio.

Si, en realidad es muy difícil agradar a Dios, pero lo más difícil es cuando no nos damos cuenta que a quien más lastimamos es a nosotros mismos. Tener un corazón vacío de amor, trae consigo mucho dolor, y hay que cambiar; debemos tomar medidas para poder vivir mejor, en comunión personal, con Dios y con los que nos rodean y solo de esa manera podremos ocuparnos de las cosas del Padre y así poder salir del abismo en que tal vez estamos atorados.

Las cosas de Dios son las cosas que nos hacen auténticos, es creer en los demás, es tener fe y alimentarla cada día con la esperanza de un futuro vivo, alegre, en armonía. No hay que olvidar que Dios quiere lo mejor para cada quien, nos protege, nos auxilia, está ahí en los momentos de dolor y sobre todo, que no se nos olvide que Dios nos perdona siempre.

 

Propósito de hoy: Ponernos de buen humor y saludar a todas las personas que pasan por nuestro lado siendo testimonio del amor que hay en nuestro corazón.