7 DE JUNIO: VIVES EN MI.

Marcos 12, 18-27 “Dios no es Dios de muertos, sino de vivos”

Dios de vivos, ¡Porque él vive! Pero ¿Cómo es eso? ¡Dios está vivo en ti!

¿Has pensado en cada mañana que te despiertas, que eres un milagro de Dios? Muchas veces no tomamos la vida como un milagro, a veces ni siquiera somos conscientes de lo que implica estar vivos. Si, suena extraño, pero damos por hecho que mañana vamos a despertar, tal como hoy. Y en esa confianza dejamos de vivir el hoy, dejamos que la vida pase sin acercarnos a aquellas personas que nos aman y a quiénes no les decimos que también los amamos; dejamos de hacer eso que nos gusta como compartir con nuestra familia porque el trabajo y los vicios ocupan un lugar más importante y no nos damos cuenta el regalo tan grande que hay en la familia.

Dios es Dios de vivos, de todos aquellos que estamos dispuestos a procurar llevar una vida en paz y en amistad y solidaridad con quienes nos rodean. Dios es un rio de agua viva y en ese rio podemos saciar nuestra sed y buscarlo para que nos ayude a no caer en la rutina que es la que nos mata, la que nos invita a hacer algo diferente que puede llevarnos fuera de una realidad que tal vez no queremos. Dios está en ti, en mi, en los demás. Dios nos enseña cuando queremos aprender y nos acompaña cuando lo dejamos ser en nosotros. Dios nos lleva de la mano, desde pequeños por medio del catecismo, nos muestra que su palabra es verdad y es justicia y es amor. Dios es todo.

Aprendamos a orar juntos, cantemos, alegrémonos en lo bueno y acompañémonos en lo difícil, que nuestro camino vaya de la mano con ese de Jesucristo que vino como muestra del infinito amor de Dios; la vida solo es una y cuando se vive en la esperanza de un mundo mejor, de una vida en paz, de la resurrección, vive uno mas contento con lo que hay preparado para cada quién y podemos llegar mas pronto a ser feliz.

Propósito de hoy: Darme cuenta que Dios vive en mí.