21 DE ABRIL: ME PREPARO PARA PERDONAR.

Juan 6, 1-15 “Jesús se fue a la orilla del Mar de Galilea” 

En su intento de solitud, Jesús probablemente se fue a las orillas del Mar de Galilea para preparase para su crucifixión, que es un acontecimiento considerado como un acto de amor por la humanidad. 

Cuando nosotros estamos por vivir un momento crucial en nuestra vida ¿De qué manera nos preparamos? Imagino que cuando llegan los días del examen final en cualquier etapa de tu vida de estudiante, haces un espacio para estudiar mucho, para concentrarte, aprender bien las lecciones y poder presentarte preparado. Igual le pasa a una madre que está a punto de dar a luz, prepara el lugar donde va a recibir al nuevo integrante de la familia, pone todo en orden en casa y muchas veces ya tiene los padrinos y la iglesia lista para la ceremonia bautismal porque quiere que ese bebé llegue y se sienta amado y bien recibido. Y así todos tenemos algo que preparar. 

 ¿Qué tan preparados estamos para lo que sigue? ¿Cómo vamos haciendo conciencia de nuestras acciones? Empezando por los actos de caridad con que ayudamos a quién nos rodea, o al servicio que denota amor en la entrega a nuestro pariente enfermo,o a cuidar a nuestros padres, y a ser buenos con nuestra familia. A veces en la vida debemos hacer un receso, un alto, y analizar cómo nos va a ir si este día morimos. ¿Donde dejamos el rencor y los odios: fuera de nuestra vida o ahí los traemos arrastrando porque nos negamos a perdonar? Una de las maneras en que preparamos nuestra conciencia es por medio del sacramento de la Reconciliación, de la confesión, porque nos ayuda a liberar ese peso que nos estorba para crecer y nos abre el corazón con humildad para perdonar y salir a  buscar a las personas con las que tenemos diferencias y pedirles perdón por si acaso ellos creen que la discordia es de nuestra parte y a la vez, estar abiertos a perdonar al que viene con humildad a pedir perdón.  

La vida sin perdón cuesta mucho trabajo vivirla, porque es en el perdón que logramos alcanzar una estado de paz, siempre recordando todo lo que Jesús perdonó y cómo la gracia que acaba con todo pecado, nos es dada como un don del amor de Jesucristo en la cruz. 

Propósito de hoy: Meditar sobre nuestras acciónes para preparar nuestra vida a un futuro donde reine la paz.