5 DE ABRIL: QUIERO CAMBIAR PARA BIEN.

Mateo 26, 14-25 “Ese va a entregarme.” 

¡Qué difícil es esto de la traición! Llega este día, después de la entrada de Jesús a Jerusalén el pasado domingo, cuando es vendido por Judas, su discípulo, por unas monedas. La semejanza con la vida actual es muy fuerte. Vender a los amigos por cualquier cosa, a veces a cambio de la aceptación y la pertenencia a otros grupos sociales, o para obtener la preferencia de alguien más. 

Con tristeza esto se ve mucho cuando una pareja deja de estar junta; la traición del hacer comentarios injustos sobre lo que vivieron juntos, o confidencias familiares que debían quedar entre ellos, y se convierten en portadores de una verdad que no les pertenece. Igual con las herencias familiares, de repente los hermanos y parientes sienten un odio indescriptible motivado por la avaricia, por el deseo del poder y se cometen injusticias atroces; tal vez de las más grandes que se escuchan es del hermano o hermana que se queda en casa al cuidado de sus padres, que, al morir, los otros familiares los echan de casa, sabiendo que su vida fue de entrega, humildemente, al servicio de los padres. ¿Te pasa esto a ti? ¿Tal vez eres el que cuidó a sus padres y te desalojaron de casa para venderla y obtener una ganancia, o eres acaso, el que hizo esto con su hermano? Las dos situaciones destruyen a las familias, porque el que sirvió a sus padres fue maltratado, cuando debía recibir el agradecimiento por parte de los demás y tal vez, no tenga una manera de salir adelante, o lo hará con dificultad. Hasta que no tienes que cuidar de alguien no tienes ni la menor idea de los sacrificios que esto implica, del cómo dejas una forma de vida por servir a alguien más con amor y con compasión.  Y el que solo busca un beneficio cuando esto sucede, jamás va a encontrar paz en su alma ni con todo el oro del mundo, tal como le pasó a Judas, que al final dicen las Escrituras que se arrepintió cuando ya era muy tarde y prefirió quitarse la vida.  

Las acciones y decisiones que tomamos si no están enfocadas en hacer un bien y en ayudar a los demás a través del servicio, con humildad y bondad, que solo se benefician a sí mismos, van a tener dificultad en encontrar la verdadera intención del amor de nuestro Señor Jesucristo; así que nunca es tarde para rectificar y empezar a trabajar para el bien de todos, ¡anímate y cambia para bien! 

Propósito de hoy: Darle las gracias a las personas bondadosas que han hecho algo por ti en la vida a cuestas de sacrificar algo para ellos mismos.