25 DE MARZO: ME ABANDONO ANTE TU AMOR.

Lucas1, 26-38 “Hágase en mí, según tu palabra.” 

El “Fiat” de María, el “Sí” que cambió la historia de la humanidad, le da la bienvenida al amor incondicional de Dios nuestro Señor, a la esperanza y al bien que nos inunda el día a día. María, su Bienaventurada Madre, dijo que sí ante una sorpresa inmensa cuando llegó el ángel a decirle que sería la Santísima Madre del Hijo de Dios. ¡Imagínate que impresión!  

Qué tan dispuestos estamos nosotros de decirle a Dios que sí, en cosas más sencillas. Decirle que sí a vivir en armonía unos con otros, de que nuestro trato personal rebase la soberbia y le dé entrada a la humildad del corazón para entender a los demás, para querer hacerles un bien siendo generosos y bondadosos. ¿Estás listo para perdonar? Muchas veces nos perdemos en la espera de que alguien nos pida perdón, pero en realidad, ¿a quién le causa más daño esa espera? más bien sería perdonar. Solo perdonar, que tu maldad no lastime a mi corazón, que las mentiras y la venganza no atraviesen ni una parte de mi integridad; que pueda yo perdonar a aquel que me lastima, aun si esa persona no se entera. 

Hágase en mí, según tu palabra es abandonarnos a la buena voluntad del padre, es querer complacerlo y lo más interesante es que, complacerlo a Él es: ¡estar bien nosotros! Los evangelios nos han hablado del amor, nos quieren enseñar la bondad, el ser buenos con los demás en el servicio y la caridad. Es tener buen uso de la razón para tomar mejores decisiones, nunca arrebatadas, sino con la plena libertad que nos regala Dios cuando se trata de Él.  

María pertenecía a un grupo de personas que estaban esperando al Mesías prometido, que confiaba tanto en Dios y en la historia de salvación, llena de gracia y oración, que no titubeó en decir que sí. Igual nosotros, vamos llenándonos de esa fe, esa confianza, y ese amor para seguir los pasos de María, mujer virtuosa llena de Dios. Seamos como ella. 

Propósito de hoy: Recordarnos que el amor nos lleva a los brazos de Jesús.