Mateo 6, 1-6. 16-18 “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean”
“Que lo que haga tu mano derecha, no lo sepa tu mano izquierda” ¿qué difícil es hacer una obra buena y no ser reconocidos públicamente, verdad? Es un sentimiento lógico entre los seres humanos. Sabernos útiles y apreciados es muy importante para nuestro ego. Sin embargo, la humildad del corazón ahí está, sí somos capaces de tenerla, solo debemos de aprender y querer hacer las acciones de servicio en silencio, calladitos, no pasa nada si nadie nos reconoce, el mayor reconocimiento es el que Dios nos tiene preparado y como católicos tenemos la capacidad de entenderlo, mas este día en que inicia la Cuaresma, con el miércoles de ceniza, en que nos proponemos renunciar a lo que nos aleja de Dios.
Cuando vivimos en familia, que es la primera comunidad a la que nos enfrentamos, con padres, abuelos, hermanos, primos; y las cosas marchan bien, muchas veces se debe a esa unión de respeto que existe entre todos los miembros. Cada cual cuida que sus cosas estén donde van y no en el suelo, la armonía del hogar depende mucho de la cooperación de todos para vivir sin pleitos y en paz. Si yo hago lo que me toca, aun si nadie se da cuenta eses es mi trabajo y debo hacerlo con amor. ¿Qué pasa cuando hay cosas por todos lados? desorden hasta en el baño, los platos sucios, la ropa en el suelo…se pierde la armonía. También es muy satisfactorio dar las gracias a los demás por hacer lo que les toca, porque vivir bien, depende mucho del servicio digno que le damos a todos y de lo agradecidos que no sentimos de que los demás también pongan de su parte.
Cuando ayudemos en algo o a alguien, pensemos que es Dios quien nos agradece, tal vez nos va a pasar algo agradable e inesperado, que nos lo envía el Señor a modo de agradecimiento. Pongamos atención a nuestras emociones, para que con humildad nos demos cuenta de que se siente muy bien servir a los demás, es muy bonito saber que fuimos útiles en algo, que ayudamos a alguien tal vez a salir adelante, que nuestro esfuerzo aun en el silencio de los demás, se nota, y se agradece. Bajemos el orgullo y aprendamos a valorar cuando las cosas van bien, porque quiere decir que todos están haciendo lo que les toca hacer.
Propósito de hoy: Durante esta Cuaresma, reconozcamos el servicio y la dedicación que hacen las personas que nos rodean y hacer lo que nos corresponde.