7 DE FEBRERO: QUE MI CORAZÓN SE ACERQUE A TÍ.

Marcos 7, 1-13 “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.” 

¿Qué tanto nos parecemos a los escribas o a los fariseos de este Evangelio? Honramos a Dios con la verdad o solo de dientes para afuera, como se dice. Has escuchado cuando alguien dice “soy muy católico, soy tan devota, no salgo de la iglesia de todo lo que ayudo”. Y cuando los ves fuera del templo, ¿Coincide su palabra con sus acciones?; desafortunadamente muchas veces no, dejan mucho que desear. No debemos olvidar que somos testimonio del amor de Dios y que, si queremos ser un ejemplo de vida, aún con nuestros defectos; nuestra actitud debe concordar con la manera que nos comportamos donde quiera que estemos, ya sea en la casa o en la escuela, el trabajo o en la iglesia, especialmente.  

Cuando leo “su corazón está lejos de mi”, me entra mucha nostalgia. En el camino que hemos decidido seguir, no olvidemos qué tan importante es, que esté siempre ligado a las enseñanzas de Cristo; que podamos proclamar la llegada del reino de Dios no solo de habladas, sino que también con nuestra entrega al servicio de los demás. La fe, sin caridad, decían Sta. Teresa de Calcuta y San Agustín, no sirve de nada. Las palabras bonitas que se contradicen en el hacer, tampoco sirven de mucho. Qué mejor que digan de cada uno de nosotros, que nuestras acciones y nuestro amor por Cristo son ejemplares.  

El corazón se aleja de Dios cuando nos olvidamos de agradecerle por los dones que nos ha otorgado y por la gracia de la fe, que alimentamos con la oración, con el servicio que damos y con la buena actitud con que llevamos la vida. También estamos cerca de Dios cuando nos arrepentimos y pedimos perdón a quien hemos ofendido, a quien maltratamos con o sin intención y cuando aceptamos perdonar a nuestro hermano; nos convertimos en personas de bondad y es una característica muy grande, que va de la mano de la caridad y del perdón. Vamos acercando nuestro corazón al amor de Jesús, porque es en su amor, que vamos a entender que la vale la pena vivir.  

Propósito de hoy: Que mis palabras y mis acciones tengan el sentido del amor.