4 DE FEBRERO: TE PERTENEZCO.

Marcos 6, 30-34 “Andaban como ovejas sin pastor” 

Y de las 99 que estaban con él, se le extravió 1 y fue a buscarla. Ese es un verdadero líder, y Jesús, con su palabra, sigue siendo un gran líder que lleva por bandera al amor. Recordarás alguna historia en que sin querer te separaste de tu grupo, o quedaste junto a personas que no conocías; seguro el miedo, entró por tus venas, hasta que alguien te busco y te encontró.  

Todos somos ovejas sin pastor, cuando nos domina lo material, el vacío, lo superficial. No encontramos a un guía, o a un ejemplo a seguir que busque junto con nosotros, estar mejor, ser felices, y que los demás nos entiendan. La búsqueda de la aceptación siempre es un tema difícil. Creo que sufre más el que es líder, que el que busca pertenecer a algún círculo social y está dispuesto a hacer lo que sea; como en las fraternidades universitarias, o en el trabajo para codearse con los jefes, o simplemente en la familia, para agradar más a papá o a mamá. En el juego de la vida, como muchos lo ven, hay que ser fuertes y sagaces, aprender que en la competencia el que corre más: llega primero; pero a veces, no es necesario llegar primero, sino hacer las cosas bien, con cordura y honestidad, sin brincar valores determinantes en el quehacer diario. 

Desde hace más de dos mil años, la gente se reúne en lugares específicos para escuchar la Palabra de Dios. Que alegría para aquellos que la pudieron escuchar en vivo de Jesucristo; a nosotros nos ha tocado escuchar su palabra y su mensaje de amor a través de los Evangelios. Y todo porque su palabra es Palabra de Vida Eterna, que nunca muere, que es actual, que vela por nosotros, que nos enseña la fórmula para entendernos unos a otros, para procurar un buen entendimiento social de paz y de amor entre los pueblos, solo debemos tener la voluntad para seguirla. 

Propósito de hoy: Reconocer en la forma en que vivimos, la palabra viva de Dios.