9 de diciembre: No hay que callar.

Mateo 11, 16-19 “Hemos tocado la flauta y no han bailado” 

¿Qué nos querrá enseñar hoy el Evangelio de Mateo? Tal vez es a entender lo que se tiene que hacer en el momento oportuno. Tal vez a no ser necios en querer hacer las cosas a nuestra manera cuando es Dios Padre quien nos quiere guiar por lo que es mejor para nosotros. Tal vez es saber aceptar lo que nos corresponde vivir en el momento, en el hoy, en el sí de nuestro corazón. “Ser lo que soy, ahí donde estoy” 

Dios nos invita a seguirlo, y también nos invita a ser atrevidos como Él; a generar controversia, pero de la buena, al estilo Jesús. Quiere que seamos como Él, que actuemos como Él, que si hay música bailemos y si hay dolor lloremos, que si hay un pobre de espíritu nos sentemos juntos y aprendamos qué camino es el que debemos tomar. Jesús rompió esquemas, enfrentó a la sociedad, habló con valentía y defendió la ideología del amor; nos dejó su legado, su ejemplo. 

¿Qué vamos a hacer nosotros? ¡No podemos quedarnos callados!  

No podemos pasar por la vida como si nada nos importara, el dolor de nuestro corazón no tiene porqué durar para siempre. Lo mejor, es ver las cosas con la claridad que hay cuando Dios está presente en nuestra vida, cuando no nos avergonzamos de llamarnos hijos de Dios, cuando abrazamos el amor de María, su Madre y nos dejamos arropar por ella.  

Dios está aquí, ¡Hay que dejarlo entrar!  

Vivamos historias de amor por defender que Dios es parte de nuestra vida. Aprendamos a compartir el amor y la verdad que viene de Él; imitémoslo en bondad y servicio, en buena voluntad y justicia y principalmente en oración. Que nos enseñe a orar para crecer en nuestra fe, y así, nadie nos separe de su gloria. 

Propósito de hoy. Aprende a platicar con Jesús, eso también es orar.