29 de noviembre: Necesito llenarme de fe.

Lucas 10, 21-24 “Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven” 

Este tiempo de Adviento pidámosle a Dios que aumente nuestra fe.  

Dichosos los que conocemos a Dios y los que podemos sentir que vive en nosotros, que está presente en cada acción que tenemos, en cada decisión que tomamos bajo su luz, en cada sonrisa que ofrecemos a los demás. Dichosos los que podemos sentirnos hijos de Dios y no nos avergüenza decirlo y proclamamos su palabra y procuramos ser testimonio de su infinito amor. Dichosos los que intentamos seguir sus enseñanzas y que con amor queremos imitarlo. Dichosos todos los que, sin ver, creemos y sin oír, escuchamos. Dichosos los que estamos dispuestos a abrir el corazón para dejar que Jesús sea quien nos llene de su amor. 

Cada día tenemos una nueva oportunidad para ver a Jesús, para sentir su amor y sabernos amados por Él, abracemos esta oportunidad hoy, teniendo un corazón dispuesto. Este tiempo de Adviento, de preparación para recibir a Dios en nuestro corazón, empezó ya. ¡Hay que apresurarnos!, como los pastores que van presurosos a Belén porque ha nacido El Hijo de Dios. Sintamos que vamos en retraso, que nuestro corazón sea nuestra ofrenda, nuestro regalo por su venida; como cuando va a nacer un bebé y le llevamos un regalo, ofrezcamos de regalo para Jesús: nuestro corazón. 

Tener un corazón dispuesto al amor de Dios, es estar listo para que la vida nos lleve por caminos de bondad, donde podamos servir. Dispuestos a que nuestra fe nos haga fuertes en las decisiones difíciles, y que podamos sentirnos bendecidos aún si algo no sale como esperamos. Dispuestos a ser empáticos con aquellos que sufren, con los que están enfermos, con los que tienen menos y de alguna manera hacer una diferencia en sus vidas. Que estemos dispuestos al perdón y dejar los miedos atrás para poder perdonar con sinceridad. Tener un corazón dispuesto es abrir el corazón a las bondades y virtudes que Dios pone en cada uno de nosotros, es vivir en su verdad, en su compasión, y en su infinito amor con fe. 

Propósito de hoy: Dame la fe que necesito en mi corazón.