14 de noviembre: Orar y cantar.

Lucas 18, 35-43 “Tu fe te ha curado” 

La oración nos ayuda a cultivar nuestra fe, a reafirmarla y fortalecerla. Muchas personas creen que la oración solo se hace en la iglesia, en el templo. Déjame decirte que puedes hacer oración todo el día y a toda hora; mientras te levantas, cuando estás haciendo ejercicio, al cocinar, en el auto. También puedes cantar, ¿Y sabes que cuando le cantas a Dios, se dice que oras dos veces? Eso es genial, cantar y saber que Dios nos escucha, aún si estamos desentonados. Así que anímate y cántale a Dios, a María, al Espíritu Santo, te pondrá el corazón feliz y cuando eres feliz Dios es feliz y te escucha, a través de la música, escucha tu oración.  

 He aprendido que rezar por los demás me trae gozo en el corazón, y es una hermosa manera de orar. Piensa en tus amigos y tu familia, en el chico de la calle, en el desahuciado, en aquel señor que viste dormido en el parque, piensa en la señora que vende rosas, y ofrece tu oración para ellos, le das un sentido diferente a tu oración y lleva tu amor en cada palabra, tu entrega, tu servicio. Inténtalo y vas a darte cuenta lo bien que se siente, a mí me ha gustado rezar por los  demás. El rezo te puede acompañar durante tu día y hacerte más fuerte en tu fe.  

Abramos el corazón al amor de Dios y que sea a través de Él que nos llenemos del gusto por la oración, que sea quien nos ayude a fortalecer nuestra devoción, porque a la vez, vamos a fortalecer nuestra mente, nos va a ayudar a guiar nuestras acciones y a tomar decisiones basadas en Su palabra. Vivamos con alegría cada momento de oración que tengamos y entreguémosle nuestros pensamientos a pronunciar la Palabra de Dios. 

Propósito de hoy: Cantemos y oremos hoy con alegría en el corazón.