19 de septiembre: ¿Cuánta luz llevas?

Lucas 8, 16-18 . “Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz”.

Se la luz, no te escondas.

Las historias de persecución religiosa son un tema que siempre está vigente. A la sociedad no le gusta mucho defender su fe; claro, es más fácil callar que ser juzgado por los demás. ¿Te pasa igual?. 

En realidad defender tu fe te convierte en una persona fuerte y valerosa. Ser la luz para tus hijos cuando están pequeños y necesitan una guía; ser la luz para un adolescente confundido entre los valores morales y los que encuentra fuera de casa; ser la luz en tu trabajo, en la universidad. Ser la luz para tus padres, que dieron tanto por ti y tal vez, te gustaría regresarles algo a cambio siendo su luz, su guía y su punto de apoyo para que no se sientan solos.

La luz de Dios, es una luz muy hermosa y grande cuando la enciendes en tu corazón, cuando la dejas entrar para que otros la puedan ver. Tu rostro es diferente, se llena de amor y de paz, cuando genuinamente la enciendes. Seamos testimonio,  hablemos con la verdad, no caigamos en vicios y tentaciones que nos hacen daño. Tengamos voluntad para recibir a Jesús en nuestro corazón y poder compartir su luz a nuestra familia y a quien forma parte de nuestra vida.

Propósito de hoy: Acércate a tu hijo o hermano y comparte un poco de tu luz.