15 de septiembre: Siempre te amo.

Juan 19, 25-27. “Mujer ahí está tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí está tu madre”. 

Qué bella expresión de amor nos dice hoy el evangelio de San Juan. 

Si tienes la dicha de que tu madre aún esté contigo, no desperdicies ni un momento más. Corre con ella y ofrécele una visita de amor, acércate, tomate un café a su lado y escúchala platicarte algo de su vida, que es también tu historia. Si tú eres madre, no olvides que todos tus hijos son iguales ante los ojos de Dios y debes de amarlos con la misma intensidad. No incites a tus hijos a odiarse por sentirse despreciados por ti, u opacados por sus hermanos. Resuelve todas tus tristezas, tus dolores, y tus angustias que provocan tu relación con Mamá y con humildad ofrécele disculpas, pídele perdón y perdónala. 

Dejemos que María, nuestra madre en el cielo, sienta que el amor que nos da, es suficiente para que también se lo demos a nuestra madre en la tierra. El amor de María, nos viene lleno de esperanza, de compasión, de bondad, de misericordia, igual que el de Mamá. 

Sé un ejemplo en el amor que das a los demás, sé la hija predilecta de María y de Jesús su amado hijo y regresa a casa, con tu madre, abrázala y que ella sepa que la amas.

Propósito de hoy: Ve a casa y abrázalos a todos diciéndoles algo positivo sobre lo que sientes por ellos.