29 de agosto: Tus caprichos.

REFLEXIÓN DEL DÍA: Tus caprichos.

Marcos 6, 17-29. “Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista”.

¿Cuánto cuestan nuestros caprichos? Hay que detenernos a pensar, cuánto mal hemos hecho, consciente o inconscientemente, contra alguien inocente. 

Veamos. La acción de matar, viene envuelta de muchas maneras. Cuántas veces has sobrepasado a alguien con tal de conseguir algo para tu beneficio, que además, dentro de una semana ya no te va a interesar; o, cuando tienes al necesitado junto a ti, y tu arrogancia no te permite verlo; o saber que puedes ayudar en un trabajo sencillo y negarte porque tal vez no creas que se ve bien en tu currículum.  Hay tantas tentaciones que nos desvían de lo bueno que tenemos en el corazón; nos hacen cegarnos ante la más hermosa realidad que encontramos en el compartir, el admirar, el respetar, el dar y en el servir.

Se da mucho en la sociedad en que vivimos, por ejemplo, no considerar que los abuelos son personas valiosísimas dentro del núcleo familiar y social. ¿Cuántas veces has ignorado a tus abuelos, o a tus mayores?, ¿Qué tanta paciencia les tienes, o cuánto los has maltratado?. ¿Qué tanto te detienes a escucharlos?, aun si te  cuentan la misma historia una y mil veces, ¡y que ya te sabes de memoria!. Esas conductas solo demuestran egoísmo; si me estorba, lo pongo de lado, lo quito o lo ignoro. Eso es matar. 

No dejemos que nuestra mente vuele fuera del área de nuestro corazón, en realidad, actuar con amor y no con soberbia siempre nos va a dar mejores resultados. ¡Qué tal si vamos intentándolo!, porque con caprichos no se llena el corazón de amor.

Propósito de hoy: Poner en práctica el pensamiento bondadoso.