23 de agosto: Viendo en tu interior.

Mateo 23, 23-26

“¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera!”.

Justicia, misericordia, fidelidad.

¿Cómo está nuestra alma? Limpiar la copa por dentro, lo interpreto como un recordatorio a revisar nuestro interior. ¿Cómo vamos?, ¿Qué hay de nuestros talentos y nuestras virtudes?, ¿Cómo los estamos usando, o desperdiciando?. ¿ Actuamos con misericordia cuando nos encontramos con algún amigo o familiar que necesita de una palabra de aliento?, ¿Atendemos a nuestros mayores con respeto y humildad sabiendo que de ellos hemos aprendido tanto y sobre todo del amor de Dios?.

Es algo así como un acto de contrición; donde ponemos en una balanza lo bueno y lo malo en nuestras acciones; cuando nos arrepentimos por estar en desacuerdo con la voluntad de Dios, cuando perdemos la fe. ¿Cuántas veces perdoné?, ¿Cuánto ayudé y serví en casa, en la oficina, en mi matrimonio?, ¿Cuánto me he respetado?. ¿Cuántas veces me he negado a dejar entrar a Dios a mi corazón?, ¿Cuánto he amado y cuánto he dejado de amar?. 

Siempre es un buen momento para hacer limpia interna, para renovarnos y renovar nuestra fe, para ser justos con los demás y para hacernos respetar, para cancelar rencores y orgullos y reconciliarnos unos con otros. Nunca es tarde para amar a Dios y dejarlo entrar a nuestro corazón.

PROPÓSITO DE HOY: Deja fuera de ti los rencores y reconcíliate con tu hermano.