21 de Junio: Leer lo que Dios ve en mí

Mateo 7, 6.12-14

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten.

Hoy continuamos con el tema de ayer, adentrando un poco más al propio corazón. “Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes”. Imagínense que uno caminara con un “repetidor de pensamientos”, que lo que yo piense de alguien, la máquina lo repitiera y la otra persona me lo dijera a mi… Ahí viene NN y me va a entretener con su chisme del día, y NN te regresa lo que el repetidor dijo. Tendríamos problemas. Todos, niños, adolescentes, jóvenes, adultos, ancianitos, todos tenemos necesidades primarias de cariño, afecto, comprensión, escucha, atención, amor, valoración, aceptación. En un mundo donde todo es catalogado como bueno, malo; útil, inútil; productivo, no productivo… A veces pensamos de las personas igual. Las necesidades básicas de toda persona se acentúan, especialmente la necesidad de cariño, afecto, aceptación, valoración. Dios nos mira, y mira “a su criatura hecha a su imagen y semejanza” y constantemente nos ve y nos repite : Tu eres buena, bella y amada. Hay que apagar los ruidos y las voces del mundo para escuchar a mi Padre Dios que me dice: “Tu eres buena, bella y amada”. Si yo me creo y me siendo buena, bella y amada, voy a ver al otro como bueno, bello y amable y más aún voy a decirle al otro, tú eres bueno, bello y amado, quizá no con palabras pero con una sonrisa, con una palabra de afirmación, o con alguna valoración. Ver y tratar al otro como Dios me ve y me trata a mi.

Propósito: hoy escuchar a Dios que me dice: “Tu eres buena, bella y amada.”