16 de Junio: Juntar las manos y decir Padre

Mateo 6, 7-15

Vosotros rezad así.

El Padre Nuestro es quizá la primera oración que aprendemos de niños, quizá la que más decimos. Es la oración universal, es decir, cristianos, católicos, protestantes, todos la decimos. Es la que Cristo mismo nos enseñó, hoy nos la vuelve a enseñar. Pero como todo, podemos caer en la rutina con mucha facilidad. Echemos un vistazo detenidamente a esa oración que encuadra al “Dios es amor”. Padre Nuestro, reconocemos que tenemos un Padre que nos ama; que estás en el cielo, que me cuida y espera en la casa eterna; santificado sea tu nombre, vivo haciéndole sentir orgulloso de mi; venga a nosotros tu Reino, ese Reino de amor, de paz, de justicia; hágase tu voluntad, como tu lo quieras lo quiero yo; danos hoy nuestro pan de cada día, lo que hoy me des es lo que necesito para ser plenamente feliz, no querer más ni menos; perdona nuestras ofensas, dejar nuestra cuenta de la tierra en ceros, no deberle nada a nadie, ni a Dios ni a los hombres; no nos dejes caer en tentación, tu camino es mi seguridad, tu amor mi fuerza, tu vida mi luz; líbranos del mal, mantener la mirada en ti y así caminaré con paso firme.

Propósito: rezar (no decir, es decir elevar el corazón con todo afecto y sentimiento) un Padre Nuestro.