11 de Junio: Imitar a María

Mt. 5, 33-37

Yo os digo que no juréis en absoluto.

Hoy es sábado día que la Iglesia lo dedica a la devoción a Maria. Hace unos años fui de peregrinación a la Virgen de San Juan del Barrio, una virgencita chiquita que según cuenta la leyenda, la llevaron de una hacienda a la parroquia del pueblo para devoción de los feligreses y ella por las noches caminaba de regreso a su capillita en la hacienda. Sus piecitos y la orla de su vestidito quedaban llenos de tierra roja (color de la tierra del lugar) de la caminata que hacía.  Ella no quería que la cambiaran de casa. Reflexionando ahí frente a su imagen pensaba que María es la plenitud de toda virtud que yo quisiera alcanzar; es la plenitud de toda actitud que yo quisiera conquistar. Como ésta de la autenticidad que nos habla el evangelio de hoy. Si es sí, es sí, si es no, es no. María dijo sí en la anunciación sin saber lo que implicaba; dijo sí al servicio ante la necesidad de su prima Santa Isabel; dijo sí ante la situación embarazosa del matrimonio que se queda sin vino; dijo sí cuando su hijo decide cargar la cruz por amor a ti y a mí; dijo sí a los pies de la cruz; dijo sí al recibir el cuerpo de su hijo muerto. María mujer de una sola pieza. Con un corazón que sabe amar y servir mantenido fija aquella promesa inicial “hágase en mí según Tu palabra”.

Propósito: que mi hablar y actuar sea hoy y siempre conforme a lo que soy y lo que creo.