10 de Junio: Detalle sorpresa

Mt. 5, 27-32

El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero.

Cristo muchas veces habla en parábolas, es decir, su historia, su mensaje requiere de interpretación. Hoy es diferente, nos habla muy claro y directo. Si tu ojo te causa pecado córtatelo y arrójalo; si uno se divorcia y se vuelve a casar comete adulterio. Pero yo no quisiera centrarme en lo negativo sino en lo positivo del amor conyugal. Es maravilloso y esperanzador ver ancianitos tomados de la mano. Donde la presencia del uno y del otro es todo lo que necesitan. Para llegar a ello hay que construirlo día a día. Hace un par de años fuí a una procesión de Corpus Christi, el tema central era la familia, el himno que escribieron para la ocasión decía: “Que ninguna familia se acabe por falta de amor” Que nada ni nadie separe un hogar soñador”. Así es, en un matrimonio, en toda vocación, el amor es el ingrediente que mantiene fresco los sueños, la ilusión primera. Déjense sorprender por el amor de una sonrisa, de una palabra, de un gesto, aprendamos a leer el amor del otro. Y seamos nosotros también quien da ese amor con un detalle, con una sonrisa. Que no pase un día sin haber tenido un “detalle sorpresa de amor”.

Propósito: hoy tener un detalle de amor para con los tuyos.