9 de Junio: Mi Profeta, mi Rey

Mt. 5 17, 19

Hoy día celebramos a Cristo Sumo y Verdadero Sacerdote. No podemos olvidar que todos, tu y yo, somos por bautismo, sacerdote, profeta y rey. Es decir participamos del sacerdocio de Cristo. Sacerdote es aquel que se ofrece. Ofrece un sacrificio para bien del otro. No se ustedes pero en el día a día, hay muchas oportunidades que podríamos ofrecer para que “cobren un valor” mucho más grande. Me explico. A todos nos cuesta algo, hay días que el levantarse cuesta el doble, o los niños ese día están más alterados, o hoy quiero matar al marido y a todo quien se me acerque. La pregunta no es ¿nos cuesta si o no?  Sino la pregunta debe de ser ¿te cuesta? sí, pero ¿lo puedes hacer? si, entonces ofrécelo. Así como Cristo se ofrece diariamente en el altar por ti y por mi, así como El ofreció los clavos, los latigazos, las injurias, los golpes… por amor a ti a a mí, nosotros también podemos ofrecer aquello que nos cuesta, pero podemos hacer, por la familia, por la paz del mundo, por quien más lo necesite. Hoy día me invito y te invito a vivir con mayor conciencia nuestra dimensión bautismal, de ser sacerdote, protesta y rey. Salgamos pues y ofrezcamos aquello que nos cuesta pero podemos hacer, dándole un mayor valor al ofrécelo por y para.

Propósito: hoy ofrecer mi día lleno de sonrisa, por y para (cada quien ponga nombre y/o intención).