21 de abril: Vivir desde mi paz

Lc 24, 35-48

Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.

La paz= tranquilidad ordenada. Tú has puesto orden a mi vida, Señor, no hay nada que temer. Te ruego, Señor, que pese más la balanza de tu amor, de mi bautismo, de tu paz, que mis pasiones, mis tendencias naturales. Señor, te suplico que todas mis operaciones, acciones, todo vaya orientado hacia ti. Fortalece mi convicción que antes morir que volverte a ofenderte; fortalece mi llamado a ser mensajera y constructora. Mensajera de Tu palabra, de Tu misericordia, constructora de Tu Reino, un Reino de amor, de paz, de justicia. Fortalece mi convicción de ser una mujer-hombre de vida interior, alguien que ora, de peso, que calla, que acoge, que sostiene, que acompaña.

Propósito: hoy ser reflejo de paz, serenidad y alegría porque yo encontré al Señor.