Mt 28, 8-15
Comunicad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.
Hace unos años viví una de las experiencias más hermosas de mi vida. Tuve la oportunidad de salir de misiones a cumplir con la invitación de Cristo que hoy le hace a la Magdalena, “ve a decirle a mis hermanos que estoy vivo”. Recorrí Guanajuato, Hidalgo, Puebla, Estado de México para terminar en una misa con trece mil personas. Sí, no es error de dedo, trece mil misioneros todos con su uniforme desgastado (oloroso) de salir a predicar el amor. Regreso con el corazón lleno, pude comprar comprobar que las palabras de Cristo “no tengan miedo” son una certeza para muchos. No tengan miedo de ir contra corriente, dejar su semana de vacaciones para adentrarse en las comunidades más sencillas y humildes de México y llevar la Alegría del Evangelio. No tengan miedo de ir contra corriente a gritar con su testimonio que Cristo no vale la pena, sino vale la vida. No tengan miedo de portar una cruz en la espalda, incluso que a veces implica cargarla. No tengan miedo de decirle al mundo Cristo Vive. Yo lo encontré esta semana y está dentro de mi corazón.
Propósito: Gozar, demostrándolo con una sonrisa, que Cristo Vive en mi corazón.