15 de abril: Subirme a la cruz

Viernes Santo

Jn 18,1-19,42

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo

Actitudes: gratitud – estar – alabar

No te canses Jesus te lo ruego. No te bajes de ese Madero Santo. Esa cruz refleja mi realidad de criatura pecadora necesitada de perdón. Ese Madero y Tu en el, son mi salvación. No te bajes Señor, más aún subeme ahí contigo, que yo también desde mi cruz, aunque mucho, pero mucho más pequeña, pueda colaborar un poco contigo en la redención. No te canses mi Jesus, por que en esa cruz están inscritos mis pecados, mis faltas, mis omisiones, mis bajezas, mis juicios, mis debilidades, mis flaquezas; no te bajes mi Jesus te lo ruego, que esa cruz es en sí mi salvación, es lo que me permite levantarme y amar día a día. Ese Madero santo es el símbolo, el estandarte de mi misión! que gravedad la de mis pecados para que hayas tenido que llegar  a estar clavado en ese Madero, pero sabes Señor, lo que para mucho es signo de contradicción para mi y para muchos es signo de victoria! Sí, victoria sobre la muerte, sobre el mal, sobre el pecado, sobre mi pecado! Ese Madero santo carga en sí la salvación del mundo entero, por eso mi Jesus no te canses, te lo ruego, no te bajes de ese Madero santo que es mi salvación!

Ese Madero santo es sabiduría, ese Madero santo es un libro abierto lleno de enseñanzas, de ahí, de ese costado abierto, de esas manos traspasadas, de ese Madero, salen las más grandes inspiraciones, los más sabios consejos, los mejores consuelos; ese Madero santo ha fraguado centenares, millares de hombres y mujeres santos; ese Madero santo es la fuerza de los más débiles, por eso Señor una vez más te lo suplico, no te canses, no te bajes de ese Madero santo, que es nuestra salvación!