Jn 5, 31-47
Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.
Cristo nos dice: “Yo no busco la gloria que viene de los hombres, sino la que viene de mi Padre celestial” y nos pregunta: ¿Cómo va a ser posible que crean ustedes, que aspiran a recibir gloria los unos de los otros y no buscan la gloria que sólo viene de Dios? No sé si a ustedes les pasa, pero muchas veces nos preguntamos ¿por qué no creo? o ¿por qué no soy tan buena como la otra? No será por la razón que nos dice Cristo, vamos buscando la gloria, el aprecio, del otro. Vivo, trabajo, actúo para que el otro me vea, como los chavos, para que me pongan “likes”. Si es bueno vivir, actuar, trabajar para otro, pero ese Otro con mayúscula, es decir, Dios. Que sea Dios quien me ponga “Likes” porque a fin de cuentas es la cantidad de “likes divinos” lo que me dará entrada al cielo. Si vivimos buscando la gloria de los demás, vivimos “presos”, ” esclavos” del qué dirán. Cuando en realidad lo que vamos buscando es la felicidad, la libertad y esa solo la da nuestro Padre Celestial.
Propósito: Hoy buscar ganarme un “like divino”.