28 de marzo: Confiar

Jn 4, 43-54

Curación del hijo del funcionario real de Cafarnaún. Y creyó él con toda su familia.

Hace un par de años leí una frase que me ayudó mucho: “Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”. Esta semana el hilo conductor de los evangelios es sobre la confianza. Confiar en que Cristo tiene el poder para curarme, que necesitamos de otros para ser curados… Como el pajarito parémonos firmes en la rama – la vida, el mundo – confiemos en nuestras alas – la fe, la esperanza y la caridad – con ellas, cuando sienta el viento, y la rama empiece a tambalear, reafirmaré mis creencias, esperaré a que salga el sol, el amor será mi fuerza para continuar. Estamos en la recta final de la Cuaresma, Cristo quiere que lleguemos al sábado de Gloria con el corazón reluciente de limpio, para poder “resucitar” con Él. Hay que confiar en “nuestras propias alas”, las alas de la fe, la esperanza, el amor, la alegría, el servicio, la entrega.

Propósito: hoy sonreír, hoy vivir la vida llena de amor.