8 de marzo: Padre mío.

Mateo 6, 7-15

Vosotros rezad así.

Jesús, como buen amigo, hoy nos enseña a orar y nos deja esta maravillosa oración del Padre Nuestro. Tiene siete peticiones, peticiones que en sí enmarcan toda oración, si viviéramos o consiguiéramos vivir estas siete actitudes alcanzaríamos la felicidad. Si reconociéramos a Dios como Padre, honráramos su nombre; si viviéramos en Su Reino, haciendo Su voluntad, si aceptáramos vivir con lo que Él nos da cada día; si perdonáramos, nos abstuviéramos del mal y camináramos con cuidado para no caer, tendríamos asegurado el cielo. Este periodo de Cuaresma es el mejor tiempo para vivir confiando en que si vivo el hoy, como hija de Rey, en Su Reino de amor y justicia, si vivo hoy amando y perdonando, si vivo hoy haciendo lo que Él me diga, si vivo hoy caminando tras Sus pasos, si vivo hoy amando y sirviendo, el mañana vendrá cargado de esperanza. Dame Señor HOY el pan que necesito para saciar mi corazón de amor.

Propósito: rezar / orar un Padre nuestro “desgranando” cada palabra.