Marcos 9, 2-13.
“Se transfiguró delante de ellos”.
La frase “hagamos tres tiendas” es muy conocida en los círculos de personas consagradas, la usamos cuando estamos tan a gusto en un lugar que no nos queremos ir. Es lo que Pedro le dijo a Jesús cuando se Transfiguró ante ellos, es decir su aspecto humano se transformó en divino y lograron ver su divinidad en todo su esplendor. Les hago una confesión, hoy no sabía que escribir sobre este pasaje, pero al preguntarle a mi Señor, ¿qué me quieres decir? Fue inmediata su respuesta: “haz tres tiendas y quédate conmigo”. Quédate conmigo en la cruz, donde encontraras respuestas a todas tus preguntas, donde sacaras las más grandes lecciones; quédate conmigo en la eucaristía, donde encontraras consuelo, compañía, cumplirás todos tus deseos, sanaras todas tus heridas; quédate conmigo en el amor, sí, hoy escoge el amor, decide con el amor, reacciona desde el amor. A Pedro ese momento de encuentro con el Señor le llenó el corazón y por eso dijo “hagamos tres tiendas”. Encontremos hoy ese momento y quedémonos ahí, “hagamos tres tiendas”.
Propósito: hoy preparar mi corazón amando, para mañana “quedarme con el Señor” en la eucaristía.