10 de febrero: Hacer hasta lo imposible por alcanzar la gracia.

Marcos 7, 14-23

“Los perros, debajo de la mesa comen las migajas que tiran los niños”.

Este evangelio resalta unas cualidades de la mujer que debemos imitar: su amor, fe y tenacidad. Esta pobre mujer tiene una hija enferma, se acerca a Jesús y le ruega haga algo por ella, aparentemente hay un rechazo por parte de Él, “deja que coman primero los hijos”, pero ese amor de madre y esa tenacidad, más algo de ingenio, incorpora a esa mujer y responde “los perritos comen de las migajas de la mesa de sus amos”. Cristo logra ver todo lo que hay detrás de aquellas palabras, su gran amor que le lleva a buscar “lo imposible” para su hija, su tenacidad que nada la frena, sus certezas que nada la rompe. Me atrevería a decir que no fue Cristo quien curo a esa niñita, sino fue el amor ya la fe de su madre, que la llevo incluso a humillarse y a salir de su zona de confort por alcanzar la gracia necesitada. Pidámosle a nuestra Madre del cielo no llene el corazón de amor, de fe, de certezas, de fuerza, de humildad para poder salir, como la mujer Sirofenicia, dispuesta a todo con tal de alcanzar el favor de Dios.

Propósito: hoy pedir con todo el amor, la fe y la certeza por los nuestros.