19 de enero: Abrir el corazón.

Marcos 3, 1-6.

¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?

Nadie le va a decir a Cristo que hacer y que no hacer y menos cuando hacerlo. El Cristo siempre va buscando la manera de enseñar, e iluminar y ensanchar corazones. En este caso, se encuentra con un hombre con la mano tullida, era sábado, todos lo espiaban, les lanza la pregunta: “¿Qué es lícito hacer en sábado curar a un hombre o dejarlo morir?” El evangelista nos dice que, los fariseos lo escuchaban con ira y tristeza porque no querían entender. Qué fuerte, no querían entender. No querían abrir el corazón a amar más y mejor, no querían abrir su mente para liberarse de la esclavitud de normas y reglas superficiales, no querían dar el paso de generosidad que eso les implicaba. No seamos como los fariseos, abramos el corazón y la mente a poner en práctica aquello que Cristo nos pide: dar de beber al sediento, vestir al desnudo, perdonar al que nos ofende, disculpar al que se equivoca, consolar al triste, aconsejar a quien lo necesita…sin importar el día ni la hora. Abrir el corazón para amar más y mejor.

Propósito: dedicarle tiempo de calidad a quienes me rodean.