11 de enero: Una sola pieza.

Marcos 1, 21-28

Enseñaba con autoridad.

Siguiendo con lo que decíamos ayer de la autenticidad de Cristo, hoy vemos como los Fariseos se preguntan, “¿qué nueva doctrina es ésta? Este hombre enseña con autoridad, hasta los demonios se le someten”…esta nueva doctrina es la doctrina del amor. Cristo enseñaba con autoridad, caminaba con paso firme, sus palabras iban cargadas de sabiduría, su testimonio arrastraba. Cristo nos vino a enseñar con su vida y su palabra lo que es el amor. Un amor que es caminar la extra-milla, perdonar setenta veces siete, dar la túnica, parar a curar al herido, abrir la puerta al forastero, negarse a sí mismo, cargar la cruz…una doctrina que se vive en el silencio, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, ayunar en lo escondido…una doctrina que pide dar la vida por el amigo, que pide renuncia y sacrificio, una doctrina de amor y perdón. Una doctrina que nos promete un lugar en el cielo: “hoy estarás conmigo en el paraíso”. No nos dejemos “alumbrar” por lo que el mundo nos presenta como amor y felicidad, “creed en el evangelio” en estas palabras de Cristo está encerrado el secreto para alcanzar la felicidad que tanto anhelamos.

Propósito: Que mis palabras, mis acciones, reflejen lo que llevo en el corazón. Ser una con mi fe y mi actuar.