16 de noviembre: Subirme al sicómoro para ver a Jesús.

Lucas 19, 1-10

El hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Zaqueo , mi gemelo evangélico (quien me conozca sabrá que soy corta de estatura en todos los sentidos…). Zaqueo era un recaudador de impuestos, algo mentirosillo, era corto de estatura, algo curioso y chismoso… ¿Alguien se identifica? A este hombre nada se le atoraba. Oye y ve la muchedumbre porque pasaba Jesús, tanta gente y el no alcanzaba a ver, se sube a un sicómoro y ahí le cambio la vida para siempre. Cristo le miró fijamente y le dijo “baja que hoy entraré en tu casa”. Todos somos cortos de estatura, es decir todos tenemos algo que nos “impide ver a Jesus”, será mi activismo, materialismo, respeto humano, vanidad, superficialidad, indiferencia. Al igual que Zaqueo, busquemos nuestro sicómoro: generosidad, humildad, servicio, entrega, autenticidad, voluntad, sencillez y dejémonos encontrar por esa mirada amorosa que cambiara nuestra vida por completo. Dejemos que Cristo nos mire fijamente y nos diga “Hoy entraré en tu casa”.

Propósito: si puedo, asistir a misa para recibir a Cristo en mi corazón, sino, hacer una comunión espiritual: Queriéndote recibir pero no pudiéndolo hacer físicamente, Señor te recibió espiritualmente en mi corazón.