Lucas 17, 26-37
El día en que se manifestará el Hijo del Hombre.
Esta semana Cristo nos ha venido recordando lo importante que es vivir la vida y no dejar que está nos viva, que abramos los ojos y nos demos cuenta de la maravilla que nos rodea, que seamos felices, agradecidos. Hoy en concreto nos pide que no caigamos en la rutina, que nada nos tome por sorpresa. Que no nos acordemos demasiado tarde que “teníamos papas”, disfrutémoslos si los tenemos; que no digamos, la casa está medio vacía, en qué momento se fueron los hijos, disfruten a los hijos que aún corren por la casa; disfrutar a los hermanos que en un par de años ya no estarán para pelar por la ropa, por las salidas; que no miremos al marido o a la mujer y nos preguntemos dónde está de quién me enamore, todos los días enamórame un poquito más; que no me quede en la tarde frente a la televisión pensando en las amigas que un día tuve y deje ir, tener un amigo es tener un tesoro, cuidémoslo…No caer en la rutina, que la vida no nos tome por sorpresa. Gozar y disfrutar de todo y de todos.
Propósito: tener un detalle con algún miembro de la familia