Martes 21 de septiembre: Encender la lámpara

Mateo 9, 9-13

Sígueme. El se levantó y lo siguió.

Hoy es el día de nuestro viejo amigo Mateo, el cobrador de impuestos. Cristo pasaba por la calle, lo ve detrás de su mesa cobrando, le mira fijamente y le dice “sígueme”. Mateo lo deja todo, su mesa, su dinero y le sigue. Dos cosas que siempre me han llamado la atención y quizá son las que me mantienen en pie día a día. Cristo ve vas allá del cobrador de impuestos, ve lo que realmente hay dentro de ese corazón, ve lo que El sueña de ese hombre en apariencia  medio trácala, pecador. Segundo la mirada de Cristo debe de haber estado llena de amor, de firmeza, de convicción, para que este hombre lo dejara todo por seguir esa mirada. Aprendamos de mi Señor, veámonos como Él nos ve “muy amados” con toda una misión por delante, dejémonos que Su voz y Su mirada nos conquisten día a día para salir a predicar Su amor con la vida.

Propósito: hoy sonreír porque Alguien me ama y me da una misión.