Miércoles 4 de agosto: ¡Ten misericordia de mí!

Mateo 15, 21-28

Mujer, qué grande es tu fe.

“Señor mío, hoy yo también me acerco a Ti  con el mismo grito de la Mujer Cananea, ten misericordia de mí. Ella pedí ayuda para su hija, yo igual vengo a pedirte por “mi mundo de cinco personas y también por mi ; vengo con la misma confianza de la Cananea, sé que de tu mesa comen muchos, hay alimento para todos, aunque sean las migajas yo las quiero, “los demonios” que nos atormentan son muchos, pero estoy cierta que de Tu mesa caerá lo que necesito para llenar mi corazón de amor, mi voluntad de fuerza, mi inteligencia de sabiduría y así poder romper con “los demonios” que rondan por ahí.  Señor no mires mi debilidad, sino mi confianza, no mires mi pequeñez, sino mi amor. Quiero saciarme de Tu amor, de Tu bondad, de Tu amistad. Quiero llenar mi corazón de Ti mi Señor y así poder llevarle ese amor a todo aquel que se cruce en mi camino”.

Propósito: hoy dar de comer a mi hermano.