Lunes 9 de agosto: Centrar mi corazón en El

Mateo 10, 28-33

No tengáis miedo a los que matan el cuerpo.

Hoy igual que ayer Cristo nos dice “no tengan miedo”. Hace poco descubrí que esta frase, “no tengan miedo” aparece 365 veces en la Biblia. No hay nada que temer si mi mirada permanece fija en el, no hay nada que temer si mi corazón está anclado en lo esencial , saberme amada por un Dios que me ha salvado y redimido; no hay nada que temer cuando el eje de mi vida es el amor; no hay nada que temer si mi vida tiene un sentido amar y servir; no hay nada que temer si abro los ojos día tras día y contemplo el día que Dios diseña solo para mí. No hay nada que temer si camino de la mano de Dios Padre, junto al hijo Jesucristo y animada por el Espíritu Santo, y bajo el manto de María. No hay nada que temer.

Propósito: hoy caminar segura y feliz con el corazón cargado de amor y agradecimiento por que Dios Padre me abraza, el Hijo me acompaña y el Espíritu me anima.