Lunes 19 de julio: Ver los milagros que me rodean

Mateo 12, 38-42

Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará.

Cómo mencionábamos la semana pasada, vivimos en mundo muy incrédulo. Queremos señales para todo, hoy Cristo nos dice que no habrá tal señal, pues “aquí hay alguien más grande que Jonas”. (Jonas fue al que se lo tragó la ballena y después lo escupió y la gente de Nínive creyó). Cristo nos dice que Él es más grande que Jonás. Nosotros tenemos todos los días un milagro que a veces tomamos muy a la ligera.  El milagro más grande de amor, como dice la canción, la eucaristía. Es Cristo mismo ahí presente en el sagrario, esperando recibir y dar amor. Tenemos el milagro de la creación, que más perfecta no puede ser. No hay una sola flor igual a otra, un cielo azul igual a otro, la sonrisa de un niño igual a otro, cada criatura ya sea material o espiritual (cosa o persona) tiene el sello de ser milagro de Dios. Pero como decía al inicio, el milagro de Milagros, está esperando por mi corazón en cada sagrario.

Propósito: Andar despacio para ver y agradecer el milagro, los milagros que me rodean.