Miércoles 30 de junio: Hacer limpia de “diablillos”

Mateo 8, 28 – 34

¿Has venido a atormentar a los demonios antes de tiempo?.

Cristo caminaba por Genesaret. De pronto salen unos endemoniados y lo empiezan a acosar. Los demonios le ruegan que no los atormente más y que si acaso los mande a los puercos que se encontraban por ahí. Cristo los expulsa de los pobres hombres y en efecto los demonios toman posesión de la piara de puercos y estos se van por un acantilado y se ahogan en el lago. La gente del lugar al ver aquello le piden a Jesus se marche de su aldea. No nos quedemos en el poseído, el demonio, el puerco… A mí al leer esto me da un no sé qué. La gente presenció un milagro y no pudieron aceptarlo. Prefieren correr a Jesús y sacarlo de sus vidas. Me hace pensar y reflexionar mucho. ¿Porqué actuar así ante un milagro? Porque Cristo interpela conciencias, interpela comportamientos. Al constatar la presencia de Cristo en sus vidas, saben que tendrán que cambiar, dejar aún lado las envidias, los chismes, la vida ligera, la superstición, las superficialidad, la indiferencia y no quieren. Cuidado, esto nos puede pasar a ti y a mí. Es mejor solo escuchar de Cristo a lo lejos, que dejarlo entrar en casa, porque cuando entra, manda a volar a todos esos “demonios” que nos rodean y pide conversión del corazón. Ojalá que Cristo si sea bien recibido en tu casa y en la mía. Darle entrada libre para que haga limpia y pueda liberarme de todo diablillo que pueda tener.

Propósito: Señor aquí tienes mi corazón.