Miércoles 16 de junio: Amar y servir… en secreto.

Mateo 6, 1-6. 16-18

“Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”

Que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda; es decir actuar discretamente. Servir y amar en lo escondido. Qué difícil es esto ¿no creen? A quién no le gusta ser reconocido, salir en la primera plana del periódico, estar en la boca de todos por nuestras buenas obras. Es difícil actuar en lo escondido. Si nos detenemos a pensar la noticia del periódico pronto será olvidada por otra más interesante, pero si lo que hacemos llega a las noticias del cielo, nuestro nombre quedara inscrito en el “libro de oro” y de ahí nadie lo podrá borrar. Los actos mas pequeños, son los que tienen más valor, Diosito es lo que va buscando, va buscando esos actos pequeños de servicio, de amor, de entrega que nadie ve. Yo vivo en comunidad, es decir con otras compañeras consagradas, hay una en particular que en esto del servicio escondido tiene un master. ¿Cómo sabemos? Porque cuando sale de casa por más de una semana nos damos cuenta: la azucarera vacía, las luces se quedan prendidas, nadie cerró las puertas con llave en la noche, hay coches tapando la cochera…en fin esas pequeñas cositas que en una comunidad pueden causar fricciones, ella se encarga de suavizar todo. Yo les propongo un reto: todos los días hacer un acto de amor y servicio. Sin hacer alarde de ello, sin publicarlo. Que solo quede anotado en el libro de oro.

Propósito: hoy servir y amar en silencio.