Martes 1 de junio: A Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo.

Marcos 12, 13-17

Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a Dios.

Desde los inicios el ser humano pone “a prueba a Dios” o “cuestiona a Dios” ¿por qué no puedo comer de ese árbol?, ¿hay que pagar al Cesar o no? Pero mi Señor es lo máximo: “Al  Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, no hay que hacernos líos. Lo que es de Dios para Dios y lo que es “del mundo” al mundo. Vivir con un equilibrio, dirían por ahí  “ni muy muy, ni tan tan”. Ahora bien para que exista  un buen equilibrio hay que tener un centro al cual yo siempre pueda regresar y ese centro es nuestra fe. Ese punto de encuentro. Hay días, meses o años que el mundo pesa más, si hay fe regresaré a mi centro. Y cuidado porque tampoco podemos tiranos al lado de Dios porque entonces descuidamos al mundo: esposa(o), hijos, familia. Por eso hay que cultivar la fe, esa que centra, ubica, dirige. Esa fe de saber quién soy, de donde vengo, a donde voy y con quien voy.

Propósito: hoy sacarle a Dios una sonrisa estando con los nuestros.