Miércoles 26 de mayo: Amar y servir.

Marcos 10, 32-45

Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado.

El evangelio de hoy nos presenta al hombre en bruto, es decir, sale su humanidad, buscando los primeros lugares, reconocimiento, favoritismos. Eran los apóstoles, los más cercanos a Cristo…que esperar de nosotros. Pero el Señor Jesús como buen maestro, les deja muy claro cuál debe ser la verdadera actitud. “No he venido a ser servido sino a servir”. Una vez más amar y servir. Ahí está nuestro programa de trabajo para alcanzar todo aquello que deseamos: si queremos ser reconocidos, amar y servir; si queremos ser recordados, amar y servir; si queremos ser amados, amar y servir; si queremos ser los primeros, amar y servir; si queremos ser felices y hacer a otros felices, amar y servir. Mi papá era un hombre maravilloso, han pasado 27 años desde que se fue al cielo y cada día que pasa su legado se hace más vivo, él entendió y vivió este binomio de amor y servicio casi a la perfección. Hace poco me encontré a un amigo de él, me reconoció e inmediatamente me dijo “hija del Capacete verdad” (el apodo de mi papá  y de toda mi familia)… “El mejor amigo que he tenido, hacen falta mas Capacetes en este mundo.” Qué increíble que un señor de noventa y tantos años tenga tan viva en su memoria a un amigo que lo único que hizo en su vida fue amar y servir. Ojalá que eso sea ” lo único” que yo haga día a día.

Propósito: hoy sonreír y dedicarle tiempo, de calidad (sin celulares) a algún miembro de mi familia.