Jueves 27 de mayo: Jesucristo, sumo y esterno sacerdote.

Lucas 22, 14-20

Esto es mi cuerpo. Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre.

Hoy celebramos la fiesta de “Jesucristo sumo y eterno sacerdote”. Y el evangelio es uno de mi favoritos, la fórmula de la consagración: “Y tomando pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo…”. Cuatro verbos: tomo-dio gracias- partió-lo dio. Esa es la vida de todo sacerdotes y persona consagrada y me atrevería decir de todo bautizado. Hemos sido escogidos, porque nosotros tenemos fe, vivimos en un país libre sin guerras, porque no pasamos hambre….; bendecidos, contemos la inmensidad de bendición new que nos rodean, el simple hecho de poder hoy levantarme y respirar; partidos, ahí está la parte que no nos gusta, tenemos que romper con vicios, con malos hábitos, con pasado, tenemos que sufrir un poquito, romper orgullo, vanidad…; para ser entregados, para darnos a los demás hay que hacerlo libremente igual que Cristo se entrega libremente. Eso es la Eucaristía que el Sacerdote eleva todos los días la toma, la bendice, la parte, la entrega. Hoy Señor hazme eucaristía.

Propósito: hoy entregarme.