Martes 2 de marzo – Hay un solo Maestro y todos somos hermanos.

Mateo 23:1-12

Hay un solo Maestro y todos somos hermanos.

Me encanta mi Señor es de verdad lo máximo y su radicalidad me apasiona. Hoy nos ubica, nos invita a ponernos en el lugar que nos toca. Muchas veces nos convertimos en jueces cuando en verdad somos hermanos, nos convertimos en jefes cuando en verdad somos hermanos, nos convertimos en “señores” cuando en verdad somos hermanos. Somos hermanos, es decir caminar al lado de, ayudar, arrimar el hombro, salir al paso, cargar, abrazar, acompañar, iluminar, perdonar cuando sea necesario. No vayamos señalando las culpas, o dando indicaciones que ni nosotros cumplimos. Seamos hermanos que viven para servir y sirven para vivir. Hermanos que vivan para amar y amen para vivir. Todos hijos de un Padre que nos ama con un amor único, personal. Con un amor tan grande que hace de todo en el día para vernos sonreír. Nos da un amanecer, una brisa, unos pajaritos, unas montañas majestuosas, un cielo hermoso, un respirar de cada día. Cuidado que si te despistas no lo ves y por lo tanto tampoco ves al hermano que te ha regalado.

Propósito: hoy amar y servir – escuchar con atención- a mi hermano, a quien tengo alado.