Santos:
Beata Piedad de la Cruz Ortiz Real
San Néstor, Obispo de Magido, Mártir
Mateo 5:20-26
“Ve primero a reconciliarte con tu hermano”. Este consejo de Cristo es muy sabio.
Yo recuerdo que de niña me decían mucho, “no te vayas a la cama enojada con nadie”. Y fíjense que importancia le da Cristo al perdón, que nos invita a llegar sin ningún rencor al juzgado e incluso nos dice que es más importante reconciliarse que dar limosna.
Estamos en Cuaresma y podemos renunciar a muchas cosas, pero quizá lo más importante es renunciar a ese orgullo que no nos permite dar el paso para decir las palabras mágicas “¿me perdonas?, o te perdono”.
Perdonar y olvidar son dos cosas muy distintas, hay que perdonar y olvidar, no ir poniendo etiquetas; esta me debe una, el otro me debe diez, aquella otra algún día pagará… Para llegar al Viernes Santo es necesario llegar con el corazón vacío, sigamos haciendo limpia, sacando todos esos rencores, heridas, juicios, que con el tiempo se van acumulando; sacudamos el corazón, reconciliémonos con nosotros mismos, con los demás y si es necesario con Dios.
“Señor mío te ruego me des la gracia de tener un corazón libre de todo juicio y rencor, enséñame a perdonar como tú lo haces, enséñame a olvidar como tú olvidas, enséñame a ver a mi hermano como tú lo ves, creado a tu imagen y semejanza, ayúdame a ver lo que él puede llegar a ser y no solo el error del hoy. Ayúdame Señor a amar que es olvidar y acoger”.
Propósito: Hoy pedir la gracia de perdonar de palabra y de corazón a alguien que me haya herido.